Para resolver los problemas que se iban presentando entre los individuos el hombre desde sus inicios tuvo que inventar ciertas leyes para regular el comercio, regular impuestos y hasta para contraer matrimonio.
Desafortunada mente, algunos gobernantes abusaron de estas leyes y decidieron que ellos podían crearlas y aplicarlas a su antojo y por esto se han dado muchos conflictos y se ha ido creciendo el conocimiento sobre el termino corrupción. Más aún, creyeron que, en caso de que alguien no estuviera de acuerdo con este proceso, ellos mismos podían juzgarlo y castigarle. Esto provoco descontento entre los ciudadanos y, a la larga, causó desorden y revoluciones.
Algunos pensadores, como el barón de Montesquieu, en Francia, y John Locke, en Inglaterra, empezaron a promover la idea de que el poder no debía concentrarse en una sola persona. Sostuvieron que, para fortalecer a una nación, era necesario existieran diversos órganos del estado que tuviesen funciones distintas: unos elaborarían las leyes, otros las aplicarían y unos terceros las interpretarían y resolverían los conflictos derivados de su aplicación.
Esta división de poderes, así como la independencia que existe entre éstos, constituye la base de un estado democrático. Tanto nuestra Constitución nacional como la estatal establecen que el poder público se ejerce a través de tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
EL PODER LEGISLATIVO:
Es el encargado de elaborar las leyes que se aplican en toda la entidad. Los legisladores estudian los proyectos de ley que les envía el Gobernador del Estado o los que ellos mismos elaboran. Una vez discutidos y aprobados en la cámara, estos proyectos se convierten en leyes que, mas tarde, promulga el Gobernador del Estado para su validez y obediencia. Asimismo, el Congreso tiene la facultad de reformar no solo las leyes para la República si no también la propia Constitución del pais, para adecuarla a la cambiante realidad social de nuestro país. En este caso también se deben seguir los pasos señalados para la elaboración de leyes.
EL PODER EJECUTIVO:
El es el encargado de hacer cumplir las leyes elaboradas por el Poder Legislativo Estatal y, al igual que los diputados y senadores, es elegido mediante el voto popular. El Gobernador del Estado puede nombrar secretarios para que lo apoyen en la ejecución de las distintas leyes, ya se traten éstas de salud, educación, trabajo, agricultura, pesca, o cualquier otro de los campos de la administración pública.
En este poder hay cosas que se designan por los altos mandatos que crearon este poder y por eso ellos están encargados de hacerlas cumplir.El Gobernador también nombra al Procurador General de Justicia del Estado, quien tiene a su mando al Ministerio Público y a la Policía Judicial del estado; este cuerpo policíaco forma parte del Poder Ejecutivo y no del Poder Judicial.
EL PODER JUDICIAL:
Para el caso de que los ciudadanos violen las leyes, contamos con un tercer poder encargado de resolver esas violaciones. los magistrados de los Tribunales Regionales de Circuito, los jueces de primera instancia y jueces locales. Ellos son los responsables de interpretar las leyes y decidir quién tiene la razón cuando una persona le exige a otra el cumplimiento de una obligación, o cuando se suscitan problemas entre las autoridades y los ciudadanos o, incluso, entre las propias autoridades y muchas veces este poder se ve flageado por la corrupción pero mas que todo los que si lo hacen cumplir en verdad se encargan de que esto no pase y hacen lo posible para que se le castigue con el debido proceso.
LAS PROBLEMÁTICAS O ERRORES:
La complejidad de las tareas políticas, ha dado origen a una especialización funcional o división del trabajo político con el fin de eliminar la centralización absoluta del poder en cabeza de una sola persona o gobernante único. Nos enfrentamos a un evidenciado debilitamiento de los órganos legislativos y de los gobiernos regionales, en beneficio del acrecentamiento de las facultades del Ejecutivo, rompiéndose el esquema clásico de la igualdad y equilibrio de las ramas del poder, y haciendo más que nunca necesario el efectivo control del poder político.
Así, aunque la formalizan de la independencia e igualdad de los órganos sigue haciendo parte del discurso constitucional, otra cosa sucede en la realidad política, en donde el Congreso, ostenta un carácter formal, por oposición al Ejecutivo, al cual se siguen atribuyendo un sin número de funciones que aumentan su poder. Se trata pues de verificar un posible debilitamiento del órgano Legislativo, en contraposición con la amplía facultad decisoria del Gobierno.
El análisis abarca el problema de la naturaleza histórica del precepto de separación de competencias de las Ramas del Poder Público, intentando comprender la realidad estatal como proceso, lo que constituye uno de los aspectos centrales del constitucionalismo actual, el propósito aquí es analizar la relación entre disposiciones constitucionales de control político, con la manera como se desarrollan las relaciones entre Ejecutivo y Legislativo, y cómo influyen de manera directa en la forma como se ejerce el poder político en Colombia.